Hay varias cosas que aclarar en relación con la paternidad, pero me gustaría iniciar este tema aclarando que la función paterna no es específica de un género o sexo y puede ser ejercida por el padre biológico o cualquier otra persona que este al cuidado de un menor y adquiera esa función.
La función paterna es un concepto un tanto complejo de explicar, pero en pocas palabras es aquella en la que un tercero entra en juego entre madre e hijo para ayudar a delimitar ese vínculo, abriendo un espacio emocional para alguien más que al mismo tiempo mostrará el lugar que tiene cada uno en esa triada de forma afectiva.
Es quien cumple con la función paterna, quien permite que el bebé se pueda colocar en una posición de deseo ante sí mismo puesto que durante su desarrollo al ir reconociendo a los demás, identifica que sus padres son pareja o que la madre tiene otras relaciones afectivas que también son importantes y es así que entonces logra movilizar sus afectos para buscar un lugar simbólico de hijo.
Por otro lado, aunque sabemos que al nacer los recién nacidos tienen la necesidad de desarrollar un vínculo primario con quien cumple la función materna, esto no significa que la paterna este en pausa o no importe, al contrario, es primordial para que la madre sienta el apoyo y la seguridad de maternar de manera tranquila y entregada y al mismo tiempo es ella quien debe dar lugar al padre para que pueda entrar en la diada madre/hijo y aclarar lugares desde donde cada uno logrará vincularse.
Desde las características reconocidas entre la función materna y paterna, hay un denominador común que es la disposición de cuidado de las necesidades afectivas del bebé, por lo que la ausencia tanto física como emocional y en el extremo opuesto la sobreprotección, son elementos con una influencia importante en la infancia. A mi me gusta referirme a la imagen y función paterna como aquella que es un referente emocional de seguridad, permanencia y al mismo tiempo ese elemento que de manera simbólica nos da una estructura en relación con nuestros ideales y el deber ser.
La forma en la que la madre se relaciona con el padre o la persona que cumple la función paterna en presencia del bebé, es también un punto de partida de nuestras relaciones afectivas, amorosas y sociales, dado que esa función esta asociada con el apego a una ley, reglas y seguridad, pero al mismo tiempo al lugar que tomaremos ante una futura pareja sentimental.
Cuando una mujer es madre soltera y no tiene contacto alguno con el padre de su bebé, son frecuentemente los abuelos, tíos o alguna persona cercana que brinde apoyo, quienes cumplen con la función paterna. Cuando un bebé es huérfano, las instituciones que llevan a cabo el cuidado o a veces hasta los maestros pueden cumplir con la función paterna; podría dar muchos ejemplos en los que se identifica dicha función porque de una u otra manera es algo que siempre está presente y formará parte de nuestro mundo afectivo como un elemento primordial que es parteaguas en muchos procesos.
En un futuro hablaré de las implicaciones emocionales que tiene para un hombre, el ser padre. Por lo pronto quiero reconocer y subrayar que la paternidad al igual que la maternidad es algo a lo que se accede desde un deseo subjetivo que es totalmente emocional.