No hay momento de crecimiento a solas. Necesitamos nutrirnos, acompañarnos, ser observados y al mismo tiempo valorados. Todos tenemos ideas, metas y planes personales que requieren de nuestra energía, concentración, dedicación y esfuerzo mientras sorteamos la parte áspera de movernos de nuestra zona de confort; cuando dejamos de esperar que lo de afuera se ponga a nuestro favor y lo hacemos por nosotros mismos, no quiere decir que andaremos todos los puntos del camino de manera solitaria por que el arranque es nuestro pero tendremos manos, miradas y palabras que nos ayuden en el camino para poder seguir avanzando.
Recién se cumplieron cinco años desde aquella tarde del primero de septiembre del 2016 en la que me senté frente a la computadora y decidí darle lugar a lo que por varios años en mi propio proceso de análisis iba tomando forma: escribir de algo que me apasionara. Por mucho tiempo exploré la forma que tendría y al darme cuenta de que lo que más me dolía de mi profesión eran todos los mitos que alejaban a las personas del espacio terapéutico, cómo había una enorme falta de información, malentendidos y malas prácticas de quienes tratan de aprovecharse de situaciones emocionales, surgió mi objetivo: eliminar las ideas erróneas en relación con la salud mental y los motivos de consulta.
Por mucho tiempo me limité a publicar esporádicamente en un blog y muy poco pasaba con eso, no sabía muy bien cómo hacer crecer el proyecto y debo reconocer que no le daba toda la energía que se merecía, el objetivo estaba claro, pero me faltaban las ruedas para hacerlo avanzar.
Y aquí entra el primer agradecimiento que dar. En una plática de muchas con Alex Godin, de esas que tienen de todo y de repente te encuentras en una lluvia de ideas, formalizamos la necesidad de renovar la imagen y en vez de solo tener un blog, era importante crear una página y tener presencia en las principales redes sociales. Sin esta oportunidad, el camino habría sido mucho más lento porque el tener la atención y apoyo de su trabajo como diseñador, encendió el motor del compromiso con el proyecto y siempre lo reconoceré como el paso que cambió la historia de Afectivamente y lo convirtió en algo más.
Al tener una página muy bonita, un logo que me encanta y las redes sociales listas para compartir contenido, Salvador Patiño me brindó el primer espacio para hacer videos. Recuerdo perfectamente el día en el que conocí su nuevo departamento, le hablé de mi proyecto e inmediatamente se sintonizó con mi idea de crear material audiovisual ahí mismo, en su sala, con el lindo fondo de fotografías y las puertas abiertas para cada vez que necesitara grabar. Gracias por tan lindo espacio y apoyo incondicional.
Reconocer el trabajo, trayectoria y postura de mis colegas en el ramo de la salud y la mente siempre ha sido muy importante para mí, es algo de lo mucho que aprendí en mi servicio social de la mano de Diana Pimentel y su trabajo interdisciplinario con las pacientes del INPer. Así que debía dar un espacio mensual para platicar de diversos temas desde un dialogo abierto a las diferentes posturas, pero al mismo tiempo centrado en hablar de los tabúes y cosas que no se señalan fácilmente y aportan a los mitos en el tratamiento psicoterapéutico. Agradezco enormemente por el tiempo y la exposición a cada uno de los participantes en las pláticas de “Expertos en palabras” y reafirmo que Afectivamente es un espacio que siempre estará abierto a escucharlos y será un placer seguirlos invitando.
Y a estas alturas del proyecto, algo que parecía obvio que iba a terminar pasando por fin se logró. Ya no estoy sola en Afectivamente, mi amigo, colega y equipo de muchas aventuras y aprendizajes se unió para formar juntos el podcast “Vamos a ponerlo en palabras”. Sant y yo siempre hemos disfrutado platicar de manera muy rica sobre la clínica, las instituciones y lo que el psicoanálisis ha movido en nuestra vida y no podría estar más feliz de compartir este espacio con él, estoy segura de que vienen muchos temas, motivos y pláticas por disfrutar que compartiremos con ustedes.
Son muchas más personas de las que menciono aquí, a las que les agradezco tanto su apoyo, el compartir la misión de difundir los temas o simplemente dar un “like” que sabemos que en estos tiempos de las redes sociales son oro molido para lograr una mayor difusión.
Me encanta ver cómo va pasando el tiempo para Afectivamente y que cosas importantes han tenido lugar, agradezco mucho no estar sola en este camino, pero sobre todo encuentro grandes lecciones y una motivación muy profunda por continuar avanzando.
La mente y el corazón en acción no tienen fronteras. Gracias.